La reacción de la población de color ante los hechos de 1808 fue totalmente pacífica y sin otra característica particular distinta de la de la población blanca. Su participación en la vida civil se producía a través de los mecanismos arbitrados por las autoridades, como fueron las milicias y los cabildos de nación. Las reacciones violentas con intenciones de alterar las reglas establecidas fueron minoritarias y en muchos casos unidos a intervenciones dentro de la propia legalidad establecida. En las fuentes no hay mención a que la numerosa población negra y la esclavitud se considerarse un peligro y matiza la idea reiterada por la historiografía de que actuase como factor disuasorio de ideales independentistas, al menos hasta que empezó el debate en Cortes sobre la esclavitud en 1811.
http://digital.csic.es/handle/10261/47642"
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